En 1986, Paulo Coelho emprendió el peregrinaje a Santiago de Compostela. "En aquella época -dice el autor-, mi búsqueda espiritual estaba relacionada con la idea de que existían secretos, caminos misteriosos y gente capaz de comprender y controlar las cosas que permanecen ocultas a la mayoría de los mortales. Creía que lo que es difícil y complicado lleva siempre a la comprensión del misterio de la vida." A lo largo de este viaje verdaderamente iniciático, las etapas del cual se encuentran aquí relatadas, el hombre experimenta una transformación: se convence de que "lo extraordinario se encuentra en el camino de las personas comunes". Como escritor, se consagra a plasmar, en un estilo llano y fluido, la riqueza de nuestra realidad interior con la intención de compartir su experiencia con todos nosotros. El Peregrino de Compostela (Diario de un mago) ocupa un lugar privilegiado en la obra de Paulo Coelho, por la completa exposición que hace de su filosofía humanista y de la profundidad de su búsqueda.