Al abordar el estudio de la Tercera Persona, en realidad se están planteando las grandes cuestiones con las que el hombre interroga a la fe en el final de la modernidad, sin olvidar los retos que la misma fe plantea a la humanidad del hombre.
El lector tiene entre sus manos una obra de madurez en la que se lleva a cabo una honda confesión de la fe ortodoxa en medio de las tormentas de la revolución y del exilio.