Argumento de El Misterio de la Fe : Introducción Teologia Ortodoxa
Encuadernación. Rústica
El Metropolita Hilarión (Alfeyev) nació en Moscú en 1966. Dirige el Departamento de Relaciones Exteriores Eclesiásticas del Patriarcado de Moscú y es Rector de la Escuela de Posgrado y Doctorado Santos Cirilo y Metodio Iguales a los Apóstoles. Estudió violín y composición. Tomó los hábitos en 1987. Cursó teología en Moscú. En 1995 terminó la carrera en la Universidad de Oxford con el grado de Doctor en Filosofía. Como Obispo de Viena y Austria se encargó de dirigir la Diócesis de Budapest y Hungría, así como de representar a la Iglesia Ortodoxa Rusa ante los organismos internacionales europeos en Bruselas. Entre sus varios centenares de publicaciones destacan Misterio de la fe. Introducción en la teología dogmática (1996), Vida y enseñanza de San Gregorio el Teólogo (1998), Mundo espiritual de San Isaac el Sirio (1998), San Simeón el Nuevo Teólogo y la Tradición Ortodoxa (1998), Teología ortodoxa en el umbral de las épocas (1999), Misterio sagrado de la Iglesia. Introducción en la historia y problemática de debates acerca la onomatolatría (en dos volúmenes, 2002), En lo que creen los cristianos ortodoxos. Conversaciones catequísticas (2004), La Ortodoxia (en dos volúmenes, 2008-2009), El Patriarca Cirilo. La vida y el modo de ver el mundo (2009). También es autor de varias composiciones musicales.El libro El misterio de la fe se caracteriza por un enfoque integral y holístico. Para su autor no existe separación entre teología y espiritualidad, entre dogma y experiencia personal, entre fe y oración; juntos forman, al contrario, un todo indivisible. El Metropolita Hilarión comparte la sentencia de los Santos Padres de que el teólogo es aquel que reza. No le interesa solamente describir, a la manera abstracta y escolástica, la creencia de los cristianos ortodoxos; quiere mostrar la enseñanza ortodoxa en términos personales, prácticos y dinámicos; como una forma de vida. Un destacado Metropolita de Moscú del siglo XIX, San Filaret, solía decir que el Credo pertenece solo a los que lo viven. El presente libro sigue esta línea. La verdadera teología, insiste el Metropolita Hilarión, es imposible sin el sentido del asombro. Según dijo Albert Einstein, el hombre que ha perdido la capacidad de maravillarse es como un hombre muerto. Que este libro despierte en muchos lectores la capacidad de maravillarse frente a Dios0