Hay lazos e influencias que relacionan a un individuo con su familia, con la sociedad en la que ha nacido, con la cultura de la que forma parte y con la especie biológica a la que pertenece. Aun siendo conscientes de estas relaciones, los enfoques terapéuticos tradicionales consideran los problemas del individuo - insatisfacción, dificultad en las relaciones, problemas de trabajo, de pareja, la depresión, las enfermedades físicas- solo en relación con la persona que los sufre, como si se tratara de una entidad autónoma, aislada de todo lo demás. No obstante, la relación entre el individuo y el hecho de formar parte de una familia, una sociedad, una cultura y una especie biológica, es estrecha e inequívoca. Esta relación es a menudo inconsciente y por ello difícil de analizar. Sin embargo, traerla al nivel de la conciencia es indispensable para salir del círculo vicioso del sufrimiento y la enfermedad física, así como para educar al inconsciente del individuo para que no vuelva a repetir lo ocurrido en el curso de las anteriores generaciones y de su propia vida. Todos heredamos una impronta psíquica, una especie de cárcel de la que no somos conscientes. Y ese es precisamente el origen de muchos conflictos que se convierten en enfermedades físicas y en problemas psíquicos y emocionales. Esta obra presenta de una forma clara y amena esta nueva tendencia en la cual se basan los más vanguardistas e interesantes avances de la medicina y del psicoanálisis.