Ben Lerner logra en este ensayo lúcido una hazaña: la de desentrañar las claves de la suspicacia generalizada hacia la poesía, y a la vez encontrarle una función y un sentido en el mundo actual. Partiendo de la famosa frase de Platón, según la cual no había lugar para los poetas en la República ideal, Lerner traza un recorrido histórico por la práctica y la mala praxis de la poesía a lo largo de los años, y explicita cómo ha servido de vehículo para la más intensa expresión individual y cómo, a pesar de la autoindulgencia que muchas veces representa el hecho de sentarse a escribir versos, al fin y al cabo un mundo sin poesía no sería posible.