Víctima de la persecución religiosa impuesta por el más radical de los gobiernos anticlericales en la historia de México y testigo de salvajes asesinatos durante la Guerra Cristera, José Sánchez del Río, tras ser apresado por su propio padrino en el mismo templo donde fue bautizado, fue brutalmente torturado y martirizado en el cementerio de su pueblo natal por su valerosa defensa de la Iglesia. Antes de morir, cuando le preguntaron «¿Qué mandas decir a tu padre?», respondió: «Que nos veremos en el cielo, ¡Viva Cristo Rey y la Virgen de Guadalupe!». Era un niño de tan sólo 14 años de edad. En El niño testigo de Cristo Rey ?obra que en el rodaje de Cristiada inspiró al actor Mauricio Kuri?, el sacerdote Luis Manuel Laureán, paisano del joven beato, relata con la viveza del testimonio directo de testigos presenciales, gran rigor histórico y la amenidad del buen estilo literario, la historia de este mártir cristero muy bien encuadrada en su ambiente histórico, cultural y geográfico, valiéndose de una cuidada investigación en documentos de archivo, prensa de la época, fotografías históricas y entrevistas.