Chateaubriand, El genio del cristianismo
La locución «matar al mandarín» (tuer le mandarin) es una proverbial expresión francesa que significa \"cometer una mala acción que nos beneficia, con la seguridad de que no va a ser conocida por nadie\".
El mandarín narra una historia fantástica; uno de los personajes es el demonio; otro, su protagonista y narrador, desde una sórdida pensión de Lisboa, mata mágicamente a un mandarín que habita en los confines del Imperio amarillo, consiguiendo con ello fabulosa fortuna.
Ejemplar, fáustica, sensual y extremadamente divertida, El mandarín es una inolvidable diablura literaria y una de las mejores narraciones de la historia de la literatura fantástica. Difícilmente podría Eça de Queirós haber escrito un relato más universal y eterno.