En ocasiones vivir se convierte en una emergencia, queramos o no la vida es a veces tambien sufrimiento. Las personas reaccionamos de maneras distintas ante estos retos y nuestras respuestas instintivas a menudo están contaminadas por nuestras emociones, nuestras experiencias pasadas o nuestros anhelos más profundos. Durante esos momentos de desequilibrio es necesario, más que nunca, reorientarnos para no perder el norte y ser capaces de tomar las decisiones adecuadas. Cada crisis, además del malestar, alberga también la semilla de algo nuevo. Nuestro cometido es cuidar y alimentar esas semillas para que germinen y se conviertan en algo distinto. Ante una emergencia vital podemos agachar la cabeza y resignarnos o podemos aceptar plenamente lo que ocurre mientras vislumbramos nuevos derroteros para nuestra vida. No esperes que nadie te lance un salvavidas. Hay ciertas cosas que uno debe acometer por si mismo. Este es un libro eminentemente práctico que te ayudará a mejorar tu capacidad para mantenerte a flote y de nadar de manera fluida, por tus propios medios. A partir de ahí la elección de hacia dónde dirigirte será solamente tuya