El volumen que ahora comienza a explorar el lector se mueve en estos parámetros, el de una prospección del constitucionalismo considerado como horizonte. Una realidad tornadiza y proteica, ciertamente, cuyos rasgos, en permanente definición, no nos permiten entenderlo como una realidad acabada y unívoca, sino como una pluralidad de sentidos que convergen en un horizonte hacia el que tender, porque posee también una inequívoca dimensión utópica que es inherentemente dinámica. Ese es el espíritu que late en las páginas de esta obra colectiva. Desde esas premisas ha sido concebida, como una aproximación cabal a un fenómeno complejo estrechamente conectado a las transformaciones de nuestras sociedades en la era de la interdependencia, un fenómeno que guarda una relación íntima con las transformaciones que el derecho está experimentando en la actualidad, con la crisis del ordenamiento jurídico y del imperio de la ley, desplazado finalmente por la primacía de la Constitución. Una aproximación al constitucionalismo contemporáneo recaba también un posicionamiento sobre la conexión entre constitucionalismo y derechos humanos que no puede ser eludido, porque los derechos constituyen la médula de este reviviscente constitucionalismo que aúna en la carta magna la dimensión normativa y la dimensión garantista.