José Ingenieros nació en Buenos Aires, y tras un efímero paso por Montevideo, pronto realizó estudios en la ciudad bonaerense, que continuó en la universidad, consiguiendo su título de Medicina con una tesis sobre «La simulación de la locura». En El hombre mediocre, Ingenieros se propuso fustigar las funestas lacras morales, desgraciadamente tan difundidas, que atienden por rutina, hipocresía y servilismo.