Alan, regenta una juguetería artesanal. Es un chico perfeccionista, soñador y demasiado amable, que trata con mimo y detalle cada cosa que hace aunque no siempre obtenga el beneficio que corresponde a su trabajo y esfuerzo. Eso hace que el negocio del que es propietario marche bastante mal, teniendo que abandonarlo en breve por culpa de las deudas acumuladas. Con el cierre de la juguetería se verá obligado a abandonar ese mundo que le apasiona para dedicarse a otra cosa distinta, seguramente de lo más normal, teniendo que dejar atrás el que ha sido su sueño y la única cosa con la que se siente realizado. Sin embargo, todo cambia cuando una de las muñecas que tenía por arreglar parece cobrar vida.
El Hogar de los Juguetes Rotos es un relato de tono fantástico de estética manga, con un cierto aire de cuento pero, al mismo tiempo, habla sobre cómo el mundo obliga a abandonar los sueños, el escaso valor que se le da a las cosas y el poco espacio que hay en la sociedad actual para la creatividad y la imaginación.
El Hogar de los Juguetes Rotos es la obra galardonada en el premio Desencaja 2011 organizado por el Instituto Andaluz de la Juventud en la modalidad de Cómic.