En el marco de un Al-Andalus árabe, se consolidó en el sureste español un territorio cristiano plenamente autónomo, vasallo del califa de Damasco, pero con plena libertad cultural, religiosa, jurídica y administrativa. Era la provincia autónoma de Tudmir, gobernada por el conde cristiano de Teodomiro gracias al famoso "Pacto de Tudmir".
Las vivencias de un herrero cristiano, de la ciudad de Üryula (nombre árabe de Orihuela), sirven de hilo conductor para desvelar los pormenores de una etapa de cambio, en donde la convivencia estuvo ciertamente salpicada de fanatismos.