De todos los poetas surrealistas, Péret fue, con toda seguridad, uno de los más libres, de los más espontáneos, de los más grandes. En él, la poesía, el humor, la rebeldía fluyen en todo instante. Libre de cualquier domesticación, el lenguaje de Péret es el lenguaje de la libertad, condición indispensable para la eclosión de lo maravilloso en poesía.