Argumento de El Fuego Fatuo - Adiós a Gonzague
«... ahora se daba cuenta de todo lo que valía Dorothy. En el fondo de sí mismo, creía conservar su poder sobre ella, y poder recobrarla si al fin se lo proponía. Y no podía creer que sus sentimientos fueran incomunicables. Tenía tal expresión de bondad en aquella foto... Su boca repetía lo que decían sus ojos: una ternura tímida. Y también decían lo mismo sus senos delicados, y su piel que huía bajo las caricias, y sus manos frágiles.» Alain regresa a la clínica de desintoxicación después de un agitado reencuentro con su amante, Lydia, una adinerada neoyorquina que, pese al estado autodestructivo de Alain, quiere mantener una relación más estable y sincera con él. Pero Alain sólo tiene en mente a su mujer, Dorothy, que le ha dejado por su adicción a las drogas para marcharse a Nueva York. Alain se siente solo, deprimido, sin amigos, a los que rechaza por su vida acomodada. Vaga en busca de amor, del amor, después de haberlo perdido por su atormentada vida. Por su cabeza pasan todo tipo de recuerdos, desencantos y delirios, su «círculo de soledad armado de púas internas» que le van a precipitar a tomar una fatídica decisión. EL FUEGO FATUO es una de las novelas más impresionantes que dio la Francia de los años treinta. Una tragedia en tiempos modernos en la que se reflejan los clásicos griegos y Racine. Todo transcurre en un plazo breve de cuarenta y ocho horas en el que Alain, tras sumergirnos en su vertiginoso mundo de las drogas, se enfrentará con su destino. Esta edición ...0