Los cuentos seleccionados aquí, al igual que Las crónicas italianas, muestran la pasión en su más alto grado y tienen por escenario los países latinos, lugares que fascinaban a Stendhal por su romanticismo turbulento, porque en ellos se desata la tragedia y se mezclan la sangre, la voluptuosidad y la muerte, y le brindan la oportunidad de ofrecer desenlaces despiadados.