En la primavera de 1886 Nietzsche dedicaría Humano, demasiado humano a aquellos espíritus libres que le habrían propiciado compañía cuando requería de ella. Falto de amigos y en estado de aislamiento, habría surgido la necesidad de la invención de estas almas también solitarias que constituyen uno de los caminos que atraviesa el pensamiento nietzscheano. C amino éste que pretendemos recorrer para pensar una de las relaciones más importantes que plantea el pensamiento nietzscheano: el vínculo entre la crítica y la creación.