Argumento de El Espíritu del Lince
Desde el momento de su nacimiento, Icorbeles es marcado por los dioses como el Elegido. Con esta idea en mente, sus padres comienzan a prepararlo para que se convierta en el líder que unifique todas las tribus de Iberia.
Ese destino lo separa de todos excepto de Alorco y Nistan, dos niños cartagineses que, ante las derrotas sufridas por Cartago frente a Roma, buscan refugio en Iberia. Esa amistad le hace conocer no solo el amor, sino también los planes de conquista de Amílcar Barca, que desea anexionarse las tierras íberas con el fin de seguir plantando cara a los romanos.
Es entonces cuando intenta hacer realidad los presagios anunciados en el momento de su venida al mundo, pero tropieza con los miedos y rencores de las diferentes tribus íberas, que impiden que puedan unirse contra un enemigo común. Aun así, utilizando el ingenio y el valor, Icorbeles está a punto en varias ocasiones de poner fin a un conflicto que amenaza con hacer desaparecer para siempre el mundo que conoce.
Pero los designios de los dioses son esquivos, y no siempre somos capaces de comprender sus mensajes.
Con su primera novela, Javier Pellicer nos sumerge en un momento apasionante de la Historia: la llegada a la península ibérica de los ejércitos cartagineses al mando de Amílcar Barca y su famoso hijo, Aníbal, tejiendo un relato de pasiones y luchas sin cuartel, que desemboca en un final sorprendente.1