Una reflexión sobre la literatura para niños y el papel que debe desempeñar el escritor, en un tipo de obras donde hay una clara intención de tratar las realidades de la infancia. En este libro, Enrique Pérez Díaz analiza también el poder constructivo o destructivo que en la escritura de autor pueden tener aquellos mediadores entre escritor, libro y público lector, y ofrece una visión panorámica de la literatura infantil y juvenil, lógicamente vinculada, como juez y parte, a su propia experiencia.