Solamente se trataba de otro yonqui muerto. Su cadáver acaba de encontrarse en una casa ocupada, pero lo extraño es que el lugar está ornamentado con parafernalia satánica: una estrella de cinco puntas dibujada en la pared y dos velas que se han consumido al lado de un cuerpo dispuesto como si hubiera sido crucificado. El inspector John Rebus tiene claro que esta muerte no es accidental, en contra de la opinión de todo el mundo. Y es que ¿a quién le importa la sórdida muerte de un yonqui en Edimburgo, una ciudad volcada en atraer turistas y que le da la espalda al lado más oscuro de la vida? Rebus, acostumbrado a remar en solitario contra viento y marea, está convencido de su teoría y no parará hasta demostrar que está en lo cierto. Conforme avanza su investigación un manto tenebroso se va extendiendo sobre esa muerte y Rebus se ve empujado a sumergirse más y más en territorios desconocidos y sobrecogedores. Tiene que encontrar el escondite en el que está agazapada su escurridiza y peligrosa presa.