El esclavo del demonio, es una de las más célebres obras de Mira de Amescua, y tal vez la mejor comedia religiosa de la España del siglo de oro. Inspirada en la leyenda faústica de un monje portugués, frey Gil de Santarem (llamado también Egidio), relata que éste, harto de la vida ascética, se entregó a una frenética existencia licenciosa y, para dominar los secretos de la nigromancia, hizo un pacto con el Diablo, vendiéndole su alma.