El mal, desde que el hombre despertó a la consciencia, es motivo de rebelión. La figura de Job, de la que parte la reflexión del autor, es su expresión simbólica más poderosa. A partir de él, el hombre se ha empeñado en interpretar el enigma del mal, y las filosofías y las teologías han contribuido a esta interpretación. Jesús, por su parte, no formuló una teoría sobre el mal, sino que lo afrontó. Por eso la esperanza cristiana, que en Cristo condena el mal, sin explicarlo por completo, invita a combatirlo.
En el debate sobre el mal no dejan de aparecer, una y otra vez, diversas cuestiones inevitables que en este libro se abordan en los anexos: el pecado original, la reencarnación, el infierno y la debilidad de Dios. 5. El mal condenado
1. El hombre rebelde
1. Los amigos de Job, o los teóricos de la desgracia
2. La indignación de Job ante Dios (12,4)
3. Cuando Dios elogia a Job
2. El mal interpretado
1. Interrogantes sobre la naturaleza del mal
2. Teorías sobre el origen del mal
3. La sabiduría cristiana
3. El mal afrontado
1. El mal sin teoría
2. Enfrentarse al mal con las manos desnudas
3. «Se ha pagado el precio de vuestro rescate»
4. El mal combatido
1. De la rebelión a la resignación. El ateo frente al mal
2. Los «beneficios del mal»,
o las trampas del masoquismo cristiano
3. El combate cristiano contra el mal
1. La vida después de la vida
2. La esperanza nacida de Dios
3. El más allá sin imágenes
Conclusión
Anexos
¿Es el pecado original el origen del mal?
La reencarnación: la seducción de una promesa
El infierno, una cuestión inquietante
El exceso de mal o la debilidad de Dios
Bibliografía