El diario de Nina, una niña soviética de 13 años, es un testimonio único de la vida diaria de una familia de Moscú durante los años 30, cuando todos los ciudadanos vivían con la amenaza constante de ser arrestados. El diario empieza en octubre de 1932, después de que su padre volviese de un exilio forzado de tres años en Siberia. Al igual que Ana Frank, Nina a pesar de ser consciente de los peligros extraordinarios a su alrededor, tiene las preocupaciones de una adolescente de su edad. Traumatizada por el primer arresto de su padre, su diario se convierte no sólo en el lugar donde exterioriza sus problemas si no también donde plasma sus opiniones sobre la hipocresía, las mentiras, los arrestos y las injusticias que la rodean. El diario acaba en enero de 1937, dos días antes de que la NKVD registrase con saña el apartamento familiar. El diario fue requisado y analizado detalladamente. Los pasajes incriminatorios (se han mantenido en el libro) fueron utilizados para acusarla como una contrarrevolucionaria que esta planeando matar a Stalin. Nina permaneció cinco años en el gulag de Kolyma y siete más en exilio. Murió en 1993.