Se conservan media docena de piezas teatrales suyas; la más celebrada es El mayor contrario amigo y Diablo predicador. Apareció como escrito anónimo por el desenfado y libertad de algunos caracteres, y sólo tuvo problemas con la censura muchos años después. Sus contemporáneos vieron en ella una exaltación de la orden franciscana y de la práctica de la caridad, pero después se entendió como una crítica anticlerical a causa del gran personaje cómico del lego fray Antolín. El demonio es castigado por San Miguel, a causa del hambre que hace pasar a una comunidad franciscana, a pedir limosna para ellos y el mismísimo diablo se transforma en predicador.