Las reformas más urgentes y las más profundas, las estructurales, igualmente necesarias para superar la crisis actual.
En estas páginas, el autor desmenuza los problemas económicos el endeudamiento exterior, la falta de liquidez, un euro mal concebido, el funcionamiento del mercado de trabajo, el sistema de pensiones, el intervencionismo de las autonomías en las cajas de ahorro. plantea también los políticos y constitucionales reformas que afectan a la independencia del poder judicial, al tribunal Constitucional, a la jefatura del Estado, a la organización territorial del Estado y a los partidos políticos, el mayor problema de la España actual, según el autor, derivados de una Constitución que en su día fue la única posible para permitir el paso a la democracia pero que hoy, más de treinta años después, obliga a una «puesta al día».
Por si esto fuera poco, explica el coste insuperable que para España supone el «estado de bienestar» y apuesta por un modelo federal con autofinanciación y competencias fijas y más reducidas y partidos políticos y sindicatos sin financiación presupuestaria.
Una obra que arroja luz sobre las encrucijadas de un país en proceso de desmoronamiento.