Un agresivo virus informático que se transmite por Internet afecta al comportamiento y al equilibrio mental de aquellos que entran en contacto con él cuando manejan ordenadores. No se llega a saber su origen, aunque las autoridades tratan de controlar su expansión con cierto éxito al principio. Pero el virus resulta ser más peligroso de lo que se sospecha y las cosas empiezan a complicarse.