El narrador, Paul Auster, compra sus cigarros holandeses en un determinado estanco de Brooklyn con cuyo propietario, de sobrenombre literario Auggie Wren, tiene una curiosa afición: sacar fotografías siempre del mismo ángulo de su calle a diversas horas, en diferentes estaciones, durante todo el año, y año tras año. Cuando a Paul le encargan un cuento de Navidad para el New York Times, será Auggie el que le saque del apuro con un extraño relato sobre el desarraigo, la pobreza y cierto tipo de suave venganza que poco parece casar con el espíritu navideño. Este relato se publicó en el New York Times la Navidad de 1990. Nada más leerlo, el director de cine, Wayne Wang decidió contactar con Auster para proponerle el guión de una película que englobara la historia. De esta experiencia nació Smoke, reconocida internacionalmente. Y ahora, Isol, reinterpreta tanto el texto como la película para ofrecernos un álbum ilustrado para grandes y pequeños.