Hoy se admite con unanimidad que Alarcón destacó, sobre todo, en los géneros narrativos cortos: novela corta y cuento. El clavo está considerado como uno de los más atractivos. Con una estructura compleja, se presenta con las características propias del relato policiaco. La historia, según el autor, fue tomada de «una causa célebre que me refirió cierto magistrado granadino cuando yo era muchacho». El capitán Veneno, una novela entretenida e irónica, desarrolla un tema de hondas raíces literarias: el «varón domado», en este caso, semejante al de la «fierecilla domada». En El extranjero el escritor granadino renuncia a los impulsos patrióticos, evidentes en otros relatos suyos, y denuncia la crueldad, el ensañamiento, la falta de clemencia, que salpican aquí a combatientes españoles, revelando de este modo el horror y la injusticia de la guerra. Finalmente, El libro talonario ofrece un cuadro delicioso, pleno de humor y frescura, en el que no faltan los apuntes costumbristas.