Antonio Cavanillas de Blas, cirujano él mismo, nos traslada con inigualable maestría a la mágica Córdoba del siglo X, la ciudad más populosa de Occidente, en la que se reunía todo el saber de su tiempo. Y nos lleva a contemplar, a vivir casi, las intervenciones de Abul Qasim, así como las aventuras del harén, el aroma del zoco, el esplendor califal o el largo viaje a Bagdad en busca de conocimiento.