Una novela de intrigas cortesana y espionaje industrial en el siglo XVIII En el inicio del siglo XVIII, el joven Francisco Barranco llega a Madrid para trabajar en el taller de José de Flores, con el que aprenderá el oficio del hierro y los secretos de los cerrajeros reales, las únicas personas que guardaban las llaves de todas las puertas del Alcázar real. El muchacho pronto demuestra su extraordinaria habilidad y sus ganas de llegar al ser el mejor dentro del gremio, lo que le granjeará el total apoyo de su maestro y la terrible inquina de otro aprendiz. Francisco entabla amistad con un actor de comedias que le abre las puertas del palacio de los Goyeneche, donde descubre el amor prohibido por la condesa de Valdeparaíso y se mete de cabeza en los oscuros politiqueos de la corte en una época convulsa en la que Isabel de Farnesio lucha por mantener su poder frente a su hijo, el futuro Fernando VI y su nuera Bárbara de Braganza. Sin saberlo, el cerrajero se convertirá en el centro de una intriga cortesana que busca descubrir una nueva manera de fundir el acero para convertir a España en una nueva potencia bélica. María José Rubio se adentra por primera vez en la novela histórica con una fascinante trama en la que los personajes se mueven a sus anchas por las calles de la villa y corte y viven en primera persona el terrible incendio del antiguo Alcázar y la construcción del nuevo palacio real.