El libro pone el énfasis en el valor de la creatividad como un de- safío necesario en las sociedades actuales, más aún, si se tiene en cuenta el estado de conformismo y de pasividad en el que se suele vivir hoy en el mundo moderno, occidental y con un cierto nivel de bienestar. Frente a ello, estas páginas son una llamada al hecho de atreverse a pensar creativamente para hacer las cosas de formas diferentes a las acostumbradas, en favor de una apertura de miras que haga posible ir más allá de lo que es habitual, de lo rutinario y establecido.
Así, se plantea la creatividad como una herramienta útil para el bienestar de las personas, que puede ayudar en la transformación pacífica de sus conflictos, en el desempeño de sus acciones más cotidianas, y en definitiva, en el proceso de autorrealización y felicidad. Se trata, en realidad, de dejarnos seducir por la búsqueda de más, nuevas y mejores ideas con el fin de promover transformaciones sociales positivas. En este sentido, los diferentes capítulos que componen la obra, abordan la creatividad desde una perspectiva interdisciplinar y cotidiana, entendida como una competencia humana que es posible en todas las personas, no sólo en los grandes genios, la cual debe ser trabajada e implementada desde la sencillez y desde nuestras experiencias personales. En esta misma línea, el libro se compone de varios enfoques, muy especialmente, en diálogo con la filosofía para la paz, con la educación para la paz y con la filosofía con niñas y niños, lo que lo hace muy interesante tanto para profesionales y/o académicos especializados en la materia como para el público en general.