(La poesía religiosa de Alda Merini como arquetipo de la poesía religiosa del postmodernismo italiano)
Desde luego Alda Merini es uno de esos casos literarios que, por la complejidad que presenta, y por la contemporaneidad, no es aún muy estudiada y todavía hoy pasa demasiado inadvertida y no conoce además críticas profundas y homogéneas que le den justicia. A pesar de la contemporaneidad de la poetisa algunas características son evidentes, características contextualizadas claramente entre los elementos del postmodernismo: el mito, el retorno a lo sagrado, la contradicción, la ironía, la locura. Eso que hasta ahora es fácilmente evidenciable, sin embargo, es el hecho que Merini, en plena época postmoderna, en un tiempo híspido de pasiones públicas, pero al contrario más uniforme y homologado en la consideración de lo privado, nos regala una flor que aún naciendo de un juego simple de contradicciones, resulta ser muy divertido: poetisa de la noche y de la desesperación, de la luz y del Amor. A ella se debe la representación más terrible del mismo don que la posee: la Poesía. A veces cantada como don casi profético, a veces vista como maldición. De larga tradición es la poesía religiosa italiana. Se ha manifestado desde el génesis de la Lengua Italiana a lo largo de todos los siglos, hasta nuestros días. También Alda Merini puede incluirse en este seno de la poesía religiosa, de la poesía religiosa italiana de la era del Postmodernismo.