Orlando Figes analiza con detenimiento el panorama cultural entre finales del siglo XIX y las vanguardias para centrarse específicamente en las relaciones entre la alta cultura, notablemente influenciada por las costumbres, el arte y la literatura franceses, y el folklore tradicional. Mediante el análisis del diálogo entre un ámbito y otro en el campo de la música, la pintura, la literatura, etc., Figes explora qué es lo esencialmente ruso y cómo se crea la conciencia de la identidad cultural rusa, algo realmente complejo tratándose de un país tan enorme, complejo y heterogéneo.
El profundísimo conocimiento de la sociedad y la historia ruda de la que el autor hacía gala en \"La Revolución Rusa\", vuelve a brillar aquí en un ensayo en el que la peicia, la habilidad y el talento narrativo alcanzan cotas de calidad y solidez realmente raras tanto en el campo de los estudios de historia como en los de historia del arte. Una obra que sin pertenecer en sentido estricto a los \"estudios culturales\", por no someterse a sus planteamientos y optar por una opción más narrativa, está sin duda destinada a convertirse en una obra de referencia en este campo.