El arte de respirar y el arte de meditar son patrimonios de muchas culturas milenarias. Sin embargo, recién en los últimos tiempos Occidente ha entendido su importancia como un camino hacia la felicidad, la paz interior, la plenitud y la buena salud. La meditación propone un cambio en el estado profundo del ser, una forma de vida más allá del pensamiento que se basa en el amor. Por su parte, así como la mente y las emociones modifican nuestra respiración, el manejo de la respiración actúa sobre la mente y sobre las emociones. Respirar y meditar está al alcance de cualquier persona y sólo requiere de un trabajo de concientización para modificar nuestra manera de vincularnos con nuestro propio cuerpo, con el exterior y con el universo del cual formamos parte.