¡Lang Camden era un cúmulo de dilemas!No solo acababa de enterarse de que era padre de un revoltoso niño de dos años, sino que tenía que ocuparse de él cuando no había cambiado un pañal en toda su vida. ¿Qué iba a hacer?Entonces entró en su vida Heddy Lanrahan, una bella pastelera, tan dulce como sus tartas, a la que Lang tenía que ayudar en su negocio. La química que había entre ambos era muy fuerte, pero la historia pasada entre sus familias era muy complicada y Heddy tenía miedo a perderlo todo si se permitía amar a aquel hombre y a su hijo. No obstante, era un riesgo que estaba decidida a correr? por amor.