?Nunca intenté volver a hablar ni a escribir sobre la casa Charriere una vez que huí de Providence aquella noche terrible del descubrimiento. Hay recuerdos que cada hombre busca suprimir, tratar como inverosímiles, borrar de la existencia. Y aun así, me veo obligado ahora a dejar por escrito el relato de mi encuentro con la casa de la calle Benefit, y de mi precipitada huida, a riesgo de que, si no lo hago, alguna persona inocente sea sometida a algún vejamen por parte de la policía en el esfuerzo por explicar el espantoso descubrimiento que finalmente han hecho.?