Un matrimonio por el que valía la pena luchar...
Los dos deseaban tener un hijo. Eso y la increíble pasión que se desataba con cada cruce de sus miradas o cada roce de sus manos fue la razón por la que Liam y Rose decidieron casarse. El amor no era parte del trato. Pero un año después, Rose descubrió aterrorizada que, a pesar de su acuerdo, se había enamorado de su marido. No habían conseguido tener el hijo que tanto deseaban y la razón por la que no lo habían hecho amenazaba con separarlos. Hasta que justo antes de Navidad, apareció una preciosa niña a la que habían abandonado a la puerta de su casa y que les dio otra oportunidad de descubrir lo importante que eran el uno para el otro.