Con prólogo del letrado palentino Eduardo Bueno Sebastián, epílogo del procurador de los tribunales José Carlos Hidalgo Freyre, servido del recurso de la metáfora, y tras veinticinco años de desempeño de la profesión de abogado, Guillermo de Miguel Amieva aporta una reflexión en torno al ejercicio de la abogacía, así como una imaginativa y sugerente enseñanza de cómo se desarrolla el procedimiento judicial, en cuya lectura puede sumergirse tanto el lector profano como el jurista. Partiendo del espíritu de Hamlet, el personaje Shakesperiano, y de la escenografía del teatro, de la figura alegórica del letrado como un escritor y un actor, y de la del juez como un lector y un recomponedor del pasado injusto, EL ALMA DE LA DEFENSA nos muestra una original perspectiva desde la cual observar el derecho y nos propone el desarrollo de una actitud colectiva frente al conflicto humano.