Una llamada en plena noche interrumpe el sueño de Mathias. Es Jeanne que le informa de la muerte de Vladimir. Esa misma noche, Mathias parte hacia Moscú para reencontrarse con su antigua amante. Inmersos en el dolor del duelo, en el corazón de una ciudad perdida un vasto terreno habitado por sombras, los viejos amantes se reencuentran durante un instante en torno a los restos de su amigo.
Después Mathias se embarca con su silencioso amigo a bordo del transiberiano en un viaje rumbo a su pueblo natal para enterrarlo. Un viaje de tres mil kilómetros en el que se suceden paisajes y recuerdos del complejo y feroz triángulo amoroso. Una historia de amor que tuvo a los tres amigos como protagonistas en los dudosos escenarios de la capital rusa, siempre envueltos en volutas de opio.
En este relato se conjugan la historia política y culturales rusas: la guerra civil de Trotski, los gulag de Shalamov, los «primeros honorarios» de Isaac Babel. Un texto donde se entrevén las sombras de Dostoyevski, Axiónov y Gógol. Así como Chéjov, que se vanagloriaba de que, frente a la muerte, no queda más que el alcohol y la nostalgia.