Cuando se piensa en la historia de la integración regional como fenómeno de las relaciones internacionales, se suele pensar en mediados del siglo XX, y siempre tomando como referencia el proceso de integración regional de la Unión Europea (UE). Del mismo modo ocurre con el uso del término ?acervo?, que usualmente es asociado al vocablo ?comunitario?, y por tanto se describe como ?acervo comunitario?, al conjunto de normas jurídicas que recogen los principios y objetivos políticos que han desarrollado las instituciones comunitarias de la UE. Toda iniciativa o proyecto de integración regional anterior al siglo XX es considerado como ?sueños de unificación? o ?anhelos de unidad?. Sin embargo, ambas aseveraciones son incorrectas, por un lado, la historia de la integración regional no nace en el siglo XX, nace en los ciernes de la creación de los Estados-Nación en Europa y de las repúblicas en América, entre los siglos XVII?XX. Por otro lado, la interpretación del término ?acervo comunitario?, es sólo una acepción del mismo y desde una perspectiva jurídica, sin considerar en su conjunto la histórica, la política, filosófica y cultural. Acervo proviene del latín acervus que significa el conjunto de bienes morales o culturales acumulados por la tradición. Por tanto, a nuestro entender, las ideas de unificación y los proyectos de unidad, anteriores al siglo XX, deberían de ser considerados parte del acervo de integración de ambas regiones. Este trabajo presenta la teoría que el período de los siglos XVII?XX forma parte de lo que se suele denominar como acervo, por consiguiente, a este período lo denominamos período del ?acervo integracionista?, un acervo que es común tanto para Europa como para América, el cual forma parte de otra historia común, aún mayor entre ambos continentes, que es la historia de Occidente.