"Compútame en mi puesto de combate. Última frontera en la vida de un chico de la calle como tú y como yo. Me gustaría vivir siempre, así fuese de barriga. Pero tú estás muerto y yo solo en este hueco, soñando la historia que algún día escribiré. Mi experiencia recontramanga y mi talán. Mi advertencia, bróder. Navajas en el paladar. Cosa bravísima".
El Profesor Misterio se interna en el lado más oscuro de la ciudad donde viven, dando tumbos, Tatán, Lapicero, Tantavilca, Teresa, Conejo, Chupijel, Diablito. En las inmediaciones del Paseo de los Héroes Navales, pasando un arbolito, empieza el infierno. En una Lima a la que nadie se atreve a mirar, los pirañas, chicos de la calle, hacen de cada día un ejercicio de sobrevivencia: roban, los patean, las violan, se drogan, mientras Lobo se pregunta por el sentido de la libertad.
Jorge Eslava es el profesor Misterio. En 1994, un organismo promotor de los Derechos del Niño le encargó un proyecto con chicos de la calle de alto riesgo. Los meses que pasó con ellos le sirvieron de inspiración para este libro compuesto por siete historias. Es imposible que el lector salga ileso de ellas. De eso se trata: de hacer visible lo invisible y de dotar de humanidad a unos personajes que la sociedad ha dado por perdidos.