Cuentan que toda iluminación comienza con una gota, toda caída en la belleza. Así la joven pintora Sara Laan será testigo de cómo cada trazo de su pincel trae a su vida presente todo un pasado salpicado por la sangre de dioses y de hombres, ya extinto, mientras se libra una batalla épica final sobre las aguas, en la que la furia de Uriel y el acoso de Dulciel se abatirán sobre ella; mientras hombres y criaturas ya olvidadas combatirán por la luz.