El periodista Juan Cruz confiesa en Egos revueltos, obra merecedora del XXII Premio Comillas de Historia, Biografía y Memorias, que desde muy joven sintió curiosidad por indagar en la cara más oculta de los creadores, por saber de sus inquietudes, sus ambiciones, angustias y obsesiones. Hoy, después de cuarenta años dedicados al periodismo cultural y tras seis años al frente de una prestigiosa editorial, esa curiosidad sigue tan viva como al principio, pero ahora se ve enriquecida por la experiencia de quien ha tenido la fortuna de entrevistar, acompañar como editor y, en definitiva, conocer de cerca a autores como Borges, Bowles, Cortázar, Benet, Cabrera Infante, Susan Sontag, Günter Grass, Jorge Semprún, Francisco Ayala, Rafael Azcona, Severo Sarduy, Camilo José Cela, Francisco Umbral, Eduardo Haro Tecglen o Manuel Vázquez Montalbán.
Estas páginas están llenas, pues, de inolvidables perfiles literarios, impagables anécdotas referidas a los entresijos del mundo de la cultura o lúcidos retratos de la fragilidad de los artistas. Pero, sobre todo, están llenas de un insobornable amor a la letra impresa que se transparenta constantemente en esta memoria; una memoria que se quiere personal pero no arbitraria, intimista a veces pero jamás indiscreta.