Argumento de Eclesiología
La Iglesia es madre y es hogar. Es madre, como les gustaba considerar a los grandes autores cristianos de los primeros siglos. A ella y no al cristiano considerado particularmente, pertenecen esos signos eficaces de la salvación que son los sacramentos. A ella pertenecen las formas y las normas de esa nueva existencia que comienza en la pila bautismal, como comienza la vida en el seno materno. Ella es el principio y la raíz, el suelo y la atmósfera, el alimento y el calor, el todo viviente que va penetrando la persona del cristiano.
Nacida del corazón abierto de Jesús en la cruz, la Iglesia ha comenzado a vivir antes que nosotros, y así es posible que nosotros vivamos por ella. Pero no se ama lo que no se conoce. La eclesiología vive del anhelo por descubrir, saborear y vivir el designio de Dios para la humanidad: hacer de todos una sola familia en el misterio de la Iglesia, llamándoles a participar de la vida divina. 0