Maud acude cada noche al laberíntico mundo de los sueños. En uno de ellos, su hija Velvet soltó su mano y se perdió en un día que se convertiría en noche para siempre. Bizarros personajes como una cabaretera mellada o un taciturno subcomisario acompañan a Maud en un tramposo universo donde siempre es viernes. Una sombra gobierna las pesadillas de Maud y retiene a Velvet. Esa presencia constante está más cerca de lo que nadie pueda sospechar.