La fotografía de una mujer asesinada en el bolso de su compañera de trabajo alerta a Julia, maquilladora, quien emprende sus pesquisas con la ayuda de su madre, vidente, y del novio de su sobrina, que se gana la vida escribiendo epitafios; así como de su mejor amiga, cuya jornada laboral transcurre en la calle posando como estatua. Todos los indicios apuntan como próxima víctima a la sobrina de Julia, circunstancia que obligará a este estrafalario grupo a iniciar la persecución de la supuesta asesina, una petulante regidora de televisión. Isabel Camblor retrata nuestro mundo a través de esta delirante parodia que lleva al lector de la sonrisa a la carcajada.Si Almodóvar nos sitúa en un mundo aparentemente excéntrico pero real, Isabel Camblor, con su voz fresca y precisa, nos devuelve al surrealismo que llevamos dentro. ?Cuando nos reímos con Isabel Camblor, y nos reímos mucho, nos reímos también y sobre todo de nosotros mismos, de nuestras angustias y de este mundo actual en el que todo se acelera hasta el punto de convertirse en borroso y casi inaprensible. Si le gusta Eduardo Mendoza, con sus locos geniales, o Tom Sharpe, con sus desatinos constantes y demenciales, le gustará Isabel Camblor, con su divina señora con moño, y sus vidas inverosímiles pero reales? (Javier Pérez. www.literaturas.com)