Como se deduce del mismo título, se trata de una novela y, más concretamente, de una novela corta porque ronda las cien páginas distribuidas en ocho capítulos, aunque la trama narrada se desarrolle durante ocho días. Una novela que Felipe había escrito hace algún tiempo y que tenía arrinconada en un cajón, en el del olvido. Para el lector es muy difícil encuadrar esta novela dentro de alguno de sus géneros clásicos. Al esclarecerse un homicidio, podría parecer que se trataría de una novela policíaca bien sea en su forma tradicional bien en la de su subgénero, la novela negra. No es así. No cumple ninguno de los estándares básicos de la policíaca, ya que no media una investigación policial o detectivesca en la resolución del caso ni de la negra, porque no existe el submundo tan característico de ésta ni hay tampoco investigación ni buena ni mala en torno al homicidio que se esclarece...
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