Antólogos y críticos han reconocido a Eugenio de Nora como un poeta de avanzada, pionero en la renovación poética de posguerra que abrió brechas entre las apretadas filas de la poesía establecida. Fue el primero en responder, con actitud crítica y dialéctica, a una situación social sumida en la intransigencia religiosa, ideológica y política, lo que le concede un lugar privilegiado en la que posteriormente se llamaría "poesía social". Y todo ello sin ceder terreno a la esencia de la poesía lírica. Su obra figura con mayor número de páginas en las antologías de poesía española publicadas, junto a las de José Hierro y Blas de Otero.