Argumento de Diarios
Encuadernación: Rústica
Yo desciendo, por fortuna, de una estirpe de grandes creedores. Creo firmemente que el rostro de Dios se refleja en los ojos de los vencidos, y también que a veces el hecho de contar nos conecta con el inmenso misterio que nos envuelve. La constante hierofanía que nos rodea día tras día, más allá del papel y la tinta, es la que habrá de salvarnos. Pero dicho esto también debo reconocer, particularmente, que la literatura ha hecho mucho por mí; y que, por supuesto, en ella encuentra su reflejo mi constante ansia de trascender, el deseo de ir más allá de los días y de los mapas de este mundo, el afán de dejar atrás lo visible, lo evidente, para habitar el envés de lo que hemos dado en llamar realidad.1