Uno de los testimonios más desgarradores del Holocausto, perdido durante años, ve la luz por primera vez a nivel internacional.
Fue una chica judía de catorce años que vivió en el ghetto de Lødz, en Polonia. Entre 1943 y 1944 escribió un diario, en el que nos cuenta no solo los horrores de los que es testigo, sino también quiénes son sus amigos y su familia, cómo le va en el trabajo y en la escuela, y cuáles son sus sueños y esperanzas para el futuro.
El diario fue hallado por una doctora del ejército ruso en el crematorio de Auschwitz, que lo guardó como un tesoro. Ahora, setenta años después, se ha conseguido traducir, revelando este maravilloso testimonio de cómo la vida transcurre incluso en los tiempos más oscuros, sacando a relucir lo más brillante del espíritu humano.