Creado en el espacio de dieciséis años, el Diario fue construido conscientemente; cada uno de sus capítulos constituye un todo elaborado primero para su publicación en la revista mensual Kultura y modificado posteriormente para pasar a convertirse en un elemento de la composición final. Así, no es una relación caótica de acontecimientos, sino un proyecto de autocreación, de modelado del personaje y de la propia biografía para disfrute del lector.
Estas páginas contienen situaciones de la vida, pero también fragmentos con carácter de ensayo filosófico, polémicas encendidas, partes líricas, bromas grotescas y ficción literaria pura, con el contrapunto de los comentarios e interpretaciones del autor a su propia obra. Una sinfonía perfecta por una de las voces más singulares y complejas del pasado siglo, uno de los documentos más sorprendentes de nuestro tiempo.